viernes, 22 de febrero de 2013

Adelanto


Cuando vea que mi jefe está impaciente en las mañanas,
me quedaré en silencio en mi escritorio, esperando,
si se calma en la corrida de los obstáculos de oficina,
buscaré llevarle el café para que los nervios le pongan estrés.

Porque el jefe es jefe por donde lo quieras mirar,
y a pesar de su impaciencia para el tema del trabajo,
a pesar de sus comentarios altaneros y ordinarios,
a pesar de todo lo malo, sigue siendo un ser humano.

Y te busca las flaquezas para conseguirte lo mejor,
porque llegar temprano no es por él, es por vos,
porque el sueldo que te paga es justo para él,
y la lucha será por tu valor más que por honor.

Cuando mi jefe vea que yo estoy impaciente mañana,
que se quede en silencio en su escritorio, esperando,
si me calmo en la corrida de reclamos de mentiras,
que me traiga café, que hay mucho nervio y poco estrés.

Porque yo lo valgo, por donde lo quieras mirar,
y a pesar de mi descanso en el tema del trabajo,
a pesar de mis comentarios humildes y chabacanos,
a pesar de todo lo malo, sigo siendo un ser humano.

Y acepto mis flaquezas para superarme en el dolor,
porque yo llego temprano por mí, pero también por vos,
porque el sueldo que me paga es justo, para usted,
y será justo así, hasta que me ponga a pelear por él.

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