jueves, 22 de agosto de 2013

Negro


Despeinandome supuestos
de los versos subjetivos,
negro que te encuentro,
amarillo y algo herido.

Tan juicioso de centrales
que me asustaría ofender,
muy de muchos modales
que algunos logramos entender.

Tus palabras son tan ciertas,
como el tiempo que avanza,
mis miradas que sean puertas,
para poder limpiar tu karma.

Que te esfuerzas por la luna,
que te sale el estacado,
tu corazón no es de alguna,
y tu opinar malhumorado.

De lenguas rasuradas,
de mañanas de granola,
de mujeres conquistadas,
de luz prendida y en bolas.

Anarquismos seductores,
como solos y de noche,
comunismos desertores,
como no prestar el coche.

Pero un mate bien amargo,
aunque te traiga acidez,
siempre cebas a encargo,
por aquellos que queres.

Eso de vivir sin razón
lo venciste con temor,
con palabras al corazón,
para vivir por vivir el amor.

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