Tan cansados y tranquilos,
pasos flojos e inseguros,
poco riesgo y muchos hilos,
tan críticos, tan duros.
Del transporte y el café,
de los bares y las feas,
de los gordos y la fe,
de iglesias hechas de piedras.
Aunque son muy buena gente,
aunque peque de embolsar,
al progreso lo detienen,
las cabezas sin mudar.
Y por más que haya tambores,
mucha murga y carnaval,
cada vez hay menos flores,
en las ganas de avanzar.
Pero mi corazón tan duro,
si se va, vuelve a extrañar,
por sombras del mundo oscuro,
busca las luces de Uruguay.
pasos flojos e inseguros,
poco riesgo y muchos hilos,
tan críticos, tan duros.
Del transporte y el café,
de los bares y las feas,
de los gordos y la fe,
de iglesias hechas de piedras.
Aunque son muy buena gente,
aunque peque de embolsar,
al progreso lo detienen,
las cabezas sin mudar.
Y por más que haya tambores,
mucha murga y carnaval,
cada vez hay menos flores,
en las ganas de avanzar.
Pero mi corazón tan duro,
si se va, vuelve a extrañar,
por sombras del mundo oscuro,
busca las luces de Uruguay.
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