Apagado

Traía miles de palabras,
de esas para cambiar al mundo,
contra socialistas de migajas,
paspado de desatarles nudos.

Pero estaban hoy en huelga,
porque aveces les sucede
el lapiz sin punta se emperra,
y las buenas nuevas hieren.

Entonces se dejó llevar veloz,
por caminos empozados y en zig zag,
esquivando al consumista de la hoz,
revolcándose en el barro del pensar.

Recordó que hubo momentos donde fue,
se propuso susurrando un objetivo,
desde ahora nunca dejaría de ser,
por que es hombre y vivir es su destino.

Y en un cuatro contra dos lo vio,
saludándole esquivo a sus lamentos,
el impulso que por fin recuperó,
le enseñaba que esquivos, son los centros.

Hacha y tiza para todos los de adentro,
fuego y nafta para aquellos que en descaro,
hablan pestes del que tiene un mal momento,
y se olvidan, están afuera y son de palo.