jueves, 12 de septiembre de 2013

Especie de naranja

Despues de tu naranja fuerte,
y los correos de una linea,
me fui poco sonriente,
con tus suaves golpes niña.
Caminaba sobre el agua tibia,
mi cabeza lucubraba,
mi lapiz se relamía,
la rima se anunciaba.
Eres leona y no te enteras,
si a ese perro te le has dado,
que dicen con cachorras juega,
y a sabiendas, sigues a su lado.
Hay un dejo necesario,
de buscar un argumento,
para frenar esos regalos,
que desataron el infierno.
Que le incendian las escobas,
los pies, las ideas, los celos,
por que respondes, aunque demoras,
se que vibras con mis versos.
Que eres gema en el desierto,
con tus ojos de diamantes,
que reclaman un momento,
sedienta de un buen amante.
Pero caes en la simpleza,
de por bella ir de infalible,
que tu humor no recibe quejas,
cuando actúas de imposible.
Te me ofendes con cuestiones,
sencilleces de la intriga,
pero bien que te le escondes,
y me escribes por los días.
Y me ignoras los saludos,
pues te duelen mis canciones,
pero para pelotudos,
tendrás a otros varones.
Por que quiero lo que soy,
Es que crezco en mis defectos,
Si no sabes, soy fiel león,
Ahora vete con el perro.
No me duelen ya los dedos,
ni sangra mi alma al despedirse,
por que ya no hay más misterios,
y en mi selva nadie finge.
Fueron muestra estos versos,
que me dejaste eléctrico,
por que pides, lo muestro,
y te escribo egocéntrico.



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