domingo, 15 de septiembre de 2013

Rubia

Que ando con ganas de verte,
probable es que no lo supieras,
pero me pareció bien contarte,
por andar aclarando y que vieras,
y que así puedas acusar recibo
aunque ahora afuera llueve,
no veo que sea de obsesivo,
ni parece que mucho aclare.
Apagado entre las paredes ando,
entre cocktails de remedios
lo dijo el doctor para estar sano,
“escriba para bancar el tedio”.

Pero estaba tan tembloroso,
el viernes cuando transpiraba,
la cama la dejaba en trozos,
era de fiebre porque vos no estabas,
que entré a sumar ganas,
de alimentarme de tus labios,
los mismos que besé en llagas,
de tu boca que me dio contagio,
que la vuelvo tan mía con la mía,
de tus pelos molestándome en los ojos,
de tus ojos que se afilan en caída,
y me miras firme y nos ardemos rojos.

Así que en esas vueltas ando,
entre remedios para cosas de verdad
una aflicción que es de mando,
no de andar sufriendo por acompañar,
vos que me lees bien cuando te escribo,
que me sabes algo oculto interesante,
es por eso que sigo un rato contigo,
y por ello me ha tocado extrañarte.
Así que cuando el doctor lo recomiende,
calzo mis trastos y paso a saludarte,
esperame siempre armada hasta los dientes,
que no me importa de vos contagiarme.

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