martes, 14 de enero de 2014

Tan fácil

Si hierven hoy mis nervios,
debe ser que me importas,
si me quedo perdido en tus ojos,
no te asustes, es normal.
Son esas sensaciones que liberas,
sensaciones que no puedo palabrear,
una vez que se van son tuyas,
no me pertenecen más,
no se dejan controlar.

Que imbécil es aquel que controla,
tanto como fui alguna vez,
pensando que al amor le doy hora,
y va llegar cuando le encomendé.
Está mal, no es tan fácil,
por más preparado te creas,
los hormigueos sin avisar llegan,
y cuando queres acordar, ¡zas!
una vez que llega sos de ella,
no te perteneces más,
no te puedes controlar.

El amor que no entiende de reglas,
existe o no existe y ya está,
que no hay edad o rubro que le convenga,
solo quiere venir a unificar.
Amor que busca perderse en sus brazos,
enredarse en un viento de gol,
que de una mano camina callado,
que de esa mano te cura el dolor.

Y aunque despiertes con amargor,
estarán sus ojos para vos,
para calmarte ese malhumor,
de ser tan solo un hombre,
de no poder explicar la sensación,
de usar un par de ojos como espadas,
y defender las zona de lunares en su espalda,
recorriendo a gritos en una cruzada,
los cerros de su cuerpo interminables,
luchando al mar de agua salada,
piel a piel con frases solo de miradas.

Acompáñame en este viaje al sol,
reventemos los cuerpos sagrados,
que no se quién nos regaló,
conozcámonos entre los barros,
saquemos de nosotros lo mejor,
que si sale, te lo digo a vos,
que si sale, me tiro al cielo,
y vuelo de tu mano,
amor.

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