Cuartetas donde comprendí - I

Mirando las fotos de una sutil amiga,
Sintiendo a Elvis Presley con todos mis sentidos,
Sé que no es hora de que veas mi guarida,
comprenderías después de todo, todos mis cometidos.

En este domingo de escritura, al fin hallé aquella perdida partitura,
por una cama tender,  no te creas que la música me cura,
tenía que escribir otra vez, es mi querida vieja maña de perdedor,
cuando tiene miedo de llegar a la punta y confirmarse goleador.

Soy más de la vieja penillanura, aunque me cabe el de un viejo Montañez,
los piropos que han golpeado, no son pocos, y entre apagados focos, vi tu sencillez.
No ha pasado otra tarde de más hermosa, sin tanto olor a rosas más que el de tu piel,
disculpa que me sobrepase, es que ya no te uso los envases, no huyo, ni dejo de ser.

No me pidas que cancele el domingo, si en el no corren ya los pingos,
no hay más nada que perder, no me quieras convencer,
el tango ha terminado vieja amiga y si la pasaste bien
hace el favor, cerrá la puerta despacio que acá quieren recordarte bien.

Me gustaba entre sabrosos besos, no medirme en los excesos,
buscarte algún talón de esos flojos, que por amores locos
se tuercen en veredas que aún no visité, ni quisiste ver.
El viejo rocanrol que me encendió y con él, te conquisté.

Que envolvía otros piropos, que han caído, que tampoco son pocos
Pero han herido el ego del barón y te dejé tendido y bien curtido el corazón.
Pa que veas que vos me agrandaste, me dijiste que había nacido para dar,
me hiciste darte las ideas y los secretos, ahora, deberé aprender a vivir sin ellos.

Igual no te creas que eso ha sido todo,
Elvis fue quien bajó el telón del ultimo rocanrol que en aquel inodoro tocó,
la última pastilla entró en su sistema y solo espera que no lo salve la aurora,
mañana estará mirando la ventana mientras lo velan, con su amor ardiente,
haciendo creer a la gente, que se ha ido para no volver, esta vez, para siempre.