Vieja

Hemos tenido días de batallas
momentos de inquietante calma
meses donde hubo enseñanzas
años de mucha tolerancia

contigo anduve sobre rieles de artista
subi a montañas imposibles
me calcé las botas del deportista
y aprendi a desconfiar de los dirigibles

asumi riesgos con las apuestas en contra
gané carreras siendo fiel a la tortuga
me pare firme cuando el suelo estuvo en bronca
le mostré al mundo entero mi alma desnuda

me regalaste la sabiduría que dan las pasiones
que perdedores de siempre son mejores vencedores
por que la costumbre a la derrota deja lecciones
que nos hacen crecer de abajo y nos tornan en fuertes robles

nunca fue un problema el no portar bandera
había que aprender algo cada nuevo día
un par de votos y notas que te dejaron afuera
deberás ser abanderado pero de la vida

y entre tus cuadros al oleo y pincel
entre coros, platillos, bombos y redoblantes
descubrí de cerca lo que quise ser,
supe mi vida de la mano del arte

viajamos de la mano en un tren de encanto
vimos saltar fascinados a un pitufo gigantesco
nos erizamos al escucharles ganadores del fallo
y nos quedamos mateando a la sombra del fresco

y a la vuelta de la esquina parti una mañana
entre llantos y reproches no quise escuchar más
salí a cantar mis canciones sin pensar en nada
al tiempo retorné, cabeza gacha con ganas de escuchar.

vos mi guía, mi amiga y mi fiel defensora
supiste mandarme preso cuando era momento
entendiste que soy bohemio y canto a toda hora
me enseñaste a escribir mi propio cuento.

pero el tiempo se ha encargado de enseñarnos
que si estoy lejos te extraño aunque estés cabreada
ahora se que tu tarea de madre es siempre guiarnos
juntos y cantando, siempre volveré a casa en la madrugada.