domingo, 20 de enero de 2013

Parado


Ciento ochenta y cinco
y bien lluvioso,
en la noche hay un esposo
esperando su razón.

En la calle está
desfarolado,
hoy tu risa no ha pintado,
ni tus ganas de apostar.

Si lo hago es porque te quiero
y no por falta de humildad.
Si en el sol no encuentro nada,
más que un humo que al mirar, va a brillar.

Sin querer mojas tu piel
y empapas con gotas de miel,
Si me ves llegar bajo el umbral,
es solo lluvia, nada más.

Vuelta atrás por ti,
cruzó la senda,
no le espera le sorprenda
Su manera de mirar.

Fuerte van de a dos,
acompañando,
de la mano y taconeando,
el semáforo cambió.

Si lo hago es porque te quiero
y no por falta de humildad.
Si en el sol no encuentro nada,
más que un humo que al mirar, va a brillar.

Sin querer mojas tu piel
y empapas con gotas de miel,
Si me ves llegar bajo el umbral,
es solo lluvia, nada más.

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